viernes, 24 de julio de 2009

Ian McEwan - La geometria de los solidos

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Henry David Thoreau

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"He viajado bastante por Concord; y en todas partes, en tiendas, oficinas, y campos, los habitantes me han parecido estar haciendo penitencia en mil formas extraordinarias. Los doce trabajos de Hércules eran insignificantes comparados con los que mis vecinos se han empeñado en realizar; porque ellos eran solamente doce y tenian un fin, pero yo nunca he podido ver que estos hombres hayan matado o capturado algún monstruo o terminado una labor. No tienen un amigo como Yolas que queme la raiz de la cabeza de la Hidra con un hierro candente, sino que tan pronto como una cabeza es aplastada, dos más surgen.

Pero los hombres trabajan bajo la influencia de un error. la parte mejor del hombre muy pronto es arada para abono de la tierra. Por un aparente destino comúnmente llamado necesidad, los hombres se dedican, según cuenta un viejo libro, a acumular tesoros que la polilla y la herrumbe echarán a perder y que los ladrones entrarán a robar. Esta es la vida de un tonto, como lo comprenderan los hombres cuando lleguen al final de ella, si no lo hacen antes."